El 20 de noviembre de 1845, en un
recodo del río Paraná, al norte de la provincia de Buenos Aires, se enfrentaron
la Confederación Argentina, liderada por Juan Manuel de Rosas, y la marina
anglo-francesa, que pretendía invadir estas tierras, en lo que fue denominada
como la batalla de la Vuelta de Obligado.
Esta batalla constituye uno de los hitos de la defensa de la soberanía nacional; el heroísmo con el que se defendió la Patria quedó grabado en nuestra historia y es símbolo de independencia, libertad y unidad.